Header Ads

Crece la saga


   Mirando hacia atrás, al pasado, uno se da cuenta de que nuestras propias ideas van cambiando con el tiempo, por madurez y experiencias. Es de suponer que en un escritor, por tanto, no sólo se notará en la persona, sino también en su forma de trabajar y escribir. Por ello, iniciada hace unos tres años la historia de Cautivo de las tinieblas y continuada con El murmullo de la batalla, pensé que no sería buena idea demorar la tercera entrega de la saga y que llegase a cambiar el espíritu y personalidad de la misma. Así, entre otros proyectos que ya van tomando forma, me encuentro inmerso en la creación de la tercera parte de Ojos de reptil, en la cual centraré mis esfuerzos hasta su término.

   Mentiría si dijera que está en sus inicios, pues ya tenía apuntadas, durante y tras el desarrollo de El murmullo de la batalla, gran parte de las ideas que incluiré en este nuevo capítulo, por lo que no tardaré tanto tiempo en terminarlo. Poco a poco, como viene siendo costumbre con cada proyecto, iré actualizando en su propia ficha (dentro de la sección proyectos actuales) cómo va.

   Tengo que matizar que Ojos de reptil nunca fue planteada como una trilogía, por lo que nadie debería pensar que con este tercer trabajo se da punto y final a la saga. Como gran novedad, va a ser el primer capítulo en el que será necesario haber leído los dos anteriores, ya que Cautivo de las tinieblas y su precuela sí podían leerse de manera independiente, con un final en cada caso suficientemente cerrado para no obligar a nadie a continuar con el siguiente libro si no quería hacerlo. Sin embargo, entre ambos y en un porcentaje similar, forman la base y el por qué del que les sigue. Tendrá un final cerrado, como ellos, aunque seguirán existiendo numerosas ramas abiertas dentro de este gran mundo creado para la aparición de posibles nuevos tomos.

   Los hijos de Daes será su título, un libro que sigue la oscura, seria y dramática línea marcada por El murmullo de la batalla, que en breve estará a vuestra disposición.



Jorge A. Garrido

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.